CHEF DEL MES

El camino de Daniel en la gastronomía profesional no fue planeado. “Entrar de forma profesional al mundo de la cocina fue una casualidad y un sueño“, confiesa. La pandemia, con su confinamiento y el deseo de mantenerse activo, le brindó la oportunidad de compartir sus recetas a través de redes sociales. Lo que comenzó como una forma de entretenimiento y cercanía con su familia, pronto se transformó en una carrera prometedora, marcada por la creatividad y el deseo de generar momentos memorables.

Para Daniel, la cocina es un legado que se transmite de generación en generación. “Sin duda alguna, en primer lugar, sería mi mamá, con quien inicié este viaje, y no puedo dejar de mencionar a mi tía Esperanza, quien le enseñó a cocinar a ella“, comparte. Su anécdota familiar refleja cómo el amor y el aprendizaje culinario se han convertido en parte de su identidad. En el ámbito profesional, ha encontrado apoyo e inspiración en grandes chefs, destacando la figura del Chef Manuel Castañeda, a quien considera un referente y un mentor.

Dentro de las muchas experiencias que ha vivido en su trayectoria, una de las más memorables ocurrió en un curso de parrilla en Veracruz, en medio de una ola de calor extremo. “Antes del viaje nos dieron muchas recomendaciones sobre hidratación, vestimenta y protección solar“, recuerda. Sin embargo, al llegar, los locales le restaban importancia al calor sofocante mientras él, entre las brasas y su mandil, sentía el peso del clima. “Aunque terminé hecho una sopa, tuvimos dos cursos muy padres y conocí la verdadera utilidad de los sueros hidratantes“, nos comparte.

Para Daniel, el éxito en la gastronomía no solo depende de la técnica, sino también de la mentalidad. “Las dos habilidades más importantes serían la perseverancia y saber lidiar con la frustración“, señala. Enfrentar los retos con paciencia y dedicación es clave para lograr el crecimiento personal y profesional. Además, su organización es fundamental: “Antes de grabar una receta, ya tengo todo listo y porcionado para no tener sorpresas“, aunque, reconoce, en la cocina siempre hay imprevistos.

Cuando se le pregunta por su cocina favorita, la respuesta es clara: “Honestamente, no hay nada mejor que la cocina mexicana“. La riqueza de sabores, ingredientes y tradiciones hacen que cada platillo sea una nueva experiencia. Además, se siente particularmente atraído por el arte del asado a fuego abierto, una tradición que considera poco explorada en México más allá de preparaciones icónicas como el cabrito o los pollos a la estaca.

Para aquellos que sueñan con dedicarse a la cocina, Daniel enfatiza la importancia del aprendizaje constante. “Mi consejo sería nunca bajar los brazos y jamás dejar de aprender“, dice con convicción. Cada pequeño esfuerzo y mejora se reflejan en los resultados, y el camino del chef es una evolución continua.

Daniel Oseguera ve la gastronomía como un pilar esencial en la sociedad. “La comida tiene la gran virtud de acercarnos como seres humanos, como amigos y como familia“, expresa. Más allá de las técnicas y tendencias, lo que más disfruta es compartir la comida y ver a los demás disfrutar de sus creaciones. Con esta visión, continúa explorando, innovando y llevando su amor por la cocina a nuevos niveles, con la certeza de que los mejores platillos son aquellos que se comparten con el corazón.

Por parte de todo el equipo de Cuisinart México, agradecemos al chef Daniel Oseguera, quien, con su dedicación y pasión por la cocina, nos inspira a seguir compartiendo historias.